Isla Caicos, una Buena Opcion para Viajar
Con más de 300 kilómetros de tranquilas playas de arenas color marfil y espléndidos lugares para la práctica de la inmersión y del submarinismo, las Islas Turcas y Caicos son un lugar de ensueño para sus vacaciones. En la actualidad, algunos historiadores creen que Cristóbal Colón arribó al Nuevo Mundo en Gran Turca, no en San Salvador. Si este hecho ha permanecido en la oscuridad durante tanto tiempo, tal vez sea porque, extrañamente, los evidentes atractivos de las Islas Turcas y Caicos no han atraído el interés de una mayoría de turistas hasta muy recientemente. Después de que los indios araucanos que habitaban las islas a la llegada de Colón fueran reducidos y expulsados, las islas quedaron deshabitadas hasta que comenzaron a ser utilizadas por los piratas como puerto de escala y hasta que los habitantes de Bermuda llegaron para extraer sal y venderla a Norteamérica y Europa para conservar alimentos. Hasta finales de los años 60, el refinado de sal marina siguió constituyendo la principal industria de las islas. Desde entonces, el turismo y las finanzas “offshore” se han convertido en las principales fuentes de ingresos. Hoy día, el estatus de las islas como centro financiero y destino vacacional aumenta día a día. Turcas y Caicos, colonia de la Corona Británica en el extremo suroriental de las Bahamas, lograron la autonomía en 1976. El dólar USA es la moneda oficial, el inglés es el idioma oficial, y el nivel de seguridad del país es envidiable. Sólo ocho de las 40 islas están habitadas; la capital, Cockburn Town, se encuentra en Gran Turca, lugar muy apreciado por pescadores y submarinistas, y sede del Museo Nacional. A sólo unos cientos de metros de la costa de Gran Turca, el océano desciende a una profundidad de 7.000 pies en el Paso de Colón, un tramo de sólo 22 millas que separa las islas Turcas de las islas Caicos. Es un lugar inigualable para recorrerlo buceando. En Caicos Intermedios, las cuevas de Conch Bar, con sus impresionantes estalactitas y estalagmitas y lagos de sal subterráneos de apariencia sobrenatural, están aún prácticamente sin explorar. Cerca de esta zona, los restos de un enclave de los indios araucanos y lucayos ha atraído el interés de arqueólogos y visitantes. Los complejos turísticos más recientes son los creados en la encantadora isla de Providenciales, o simplemente Provo, como se la conoce en la zona. Con su fantástica playa de Grace Bay, votada como la mejor del mundo en dos ocasiones por los lectores de la revista Conde Nast Traveler, ha pasado de ser un lugar prácticamente deshabitado a convertirse en un exclusivo refugio para visitantes de fama mundial. A lo largo de la Bahía hay complejos hoteleros, un casino, restaurantes y un centro comercial. El campo de golf de Provo es uno de los mejores de la zona. En Provo se encuentra la única Granja de Caracoles Marinos de Caicos, establecida en 1984 para explotar comercialmente los caracoles, desde los huevos hasta los ejemplares adultos, un proceso que tarda cuatro años. La granja puede llegar a tener hasta un millón y medio de caracoles a la vez. La carne de caracol es muy apreciada en el Caribe, y se exporta en grandes cantidades a los Estados Unidos. Todo se aprovecha, hasta las conchas, que sirven para elaborar recuerdos y objetos de regalo.
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